Desde el Miércoles de Ceniza, la Esperanza de Triana esta vestida con su vestimenta hebrea, de una forma muy peculiar, ya que despues de 78 años, se vuelve a lucir de forma similar que en el año 1932, donde por entonces estaba en la Iglesia de San Jacinto.
El vestidor Francisco Javier Hernández, ha devuelto a la Esperanza esteticamente a sus mejores años, vistiendola con saya burdeos, manto verde con remate en raso blanco y el tocado en esta ocasión esta realizado en dos partes: el rostrillo blanco en forma de "tablas sueltas", conjugándolo con una tela hebrea a rayas y el pecherín está realizado de la misma tela hebrea que depende del rostrillo. Como detalle clave este año la Virgen, esta abrazando los dos símbolos de la pasión; la corona y los clavos, sin dejarnos del ancla marinero que pone broche al fijín.
La verdad que ultimamente la Trianera está volviendo a los antepasados, como paso hace dos años en la madrugá, que parece que la Esperanza salió de aquel retablo cerámico, de la calle pastor y landero. Estos detalles muy bonitos y la Hermandad pasará a la historia al igual que su vestidor.
fotografías: M.J.Rodríguez Rechi
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